Crónica (casi) épica de una invasión Titán en Santander

Naranjo dijo: ¡Medea, quiero un artículo sobre el paso de Titans por Santander!

Y Medea dijo: Claro, señor.

Pero con lo que ninguno de los dos contaba, era que Medea había olvidado medio viaje y recordaba solo fragmentos y flashbacks como si de una película bélica se tratase.

Lo que nos lleva a…..

¡LXS TITANS VISITAN SANTANDER!

(Una épica narración con tintes de realidad)

Juako dijo:  ¡A mí, mis Titans!

Y comenzamos a jugar muchos partidos, de los que cuento ¿Diez? ¿Doce? ¿Treinta y seis? La historia es que jugábamos muchísimas veces y muy seguidamente. Titans hizo una alianza con el equipo Poble Nou y de ahí nació el equipo Titan-Nou (o Nou Titan, o Poble Titan, depende de a quién le preguntes). Algunos partidos se ganaron, otros se perdieron ¿Pero quién ganó? Te preguntarás, queride lectore, pues deja que Mede te responda:

EL RUGBY

Y puede que la amistad, porque era un amistoso, pero esto es un texto sobre rugby, así que ganó el rugby. El equipo Titans-Nou quedó subcampeón de plata y bronce tras una encarnizada y amigable competición.

La jornada terminó con lxs Titans  vistiendo sus mejores galas de chulapxs: chalecos, boinas y claveles. Después se adueñaron de la noche en Santander. Se podría haber adivinado lo que pensaba la gente que pasaba cerca de nosotrxs ¿Es una despedida de solterx? ¿Es una convención de Peaky Blinders? Pero no podría haber importado menos, ya que lxs Titans sabíamos que habíamos ganado el mejor premio posible: El de la amistad (esto así porque lo escribo yo).

Después de un día cargado de emociones fuertes, sólo quedaba descansar en la casa a la que tan amablemente nos invitó Jacobo en Esles, para poder recargar las pilas para un viaje de cinco horitas por carretera disfrutando de prados que parecían un fondo de pantalla de  Microsoft Windows siendo devorados por vaquitas.