Union Cup Dublín 2019 y Emociones

Una nutrida delegación de Madrid Titanes partía del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas con “Pasaporte a Dublín” en la que sería la primera competición europea de rugby LGTBI+ tras haber sido anfitriones de su anterior edición en Madrid.  

Tras un final de liga donde Titanes consiguió superar con creces su objetivo en esta competición, el de esta Union Cup era disfrutar del rugby y medirnos con otros equipos europeos y, aunque no se llevó el equipo habitual de esta temporada, al igual que en esta competición fuimos de menos a más. Cuarenta y cinco equipos divididos en cuatro categorías, la Ann Louisse Gilligan Cup para equipos femeninos, la Challenger Cup Draw y la Cu Chulainn Cup Draw, y finalmente la categoría más fuerte, la Union Cup Draw donde estaba Madrid Titanes en el Grupo B (con rivales como King Cross Steelers II, Newcastle Ravens y los escoceses Caledonian Thebans).

Un ambiente de alegría fue el recibimiento en Dublín, en una ceremonia de inauguración en el mismo complejo universitario donde se celebraron prácticamente todas las actividades de este campeonato con una fiesta posterior que no se alargaría mucho en el tiempo pues la responsabilidad de los jugadores era estar descansados para el largo día que nos esperaba en la primera jornada de la Union Cup.

Nuestro primer rival, los Kings Cross Steelers II, sobre el papel, los rivales más fuertes dentro del grupo B. A las once de la mañana jugamos nuestro primer partido contra ellos. El partido contra los Steelers empezó con un claro dominio de Titanes, acorralando a los ingleses dentro de su propia línea de 22 y, sin embargo, errores puntuales en nuestra defensa terminaron con varios ensayos de los Steelers que minaron la moral de nuestro equipo. Sin rendirnos, conseguimos sacar el pundonor necesario para conseguir un ensayo en los minutos finales, justo para que creyésemos en nuestras posibilidades. En resumen, un mal resultado (36-5) que nos pesaría durante el resto del campeonato pero también un resultado más abultado de lo que el juego de ambos equipos se reflejó en el campo.

Tras un descanso para una comida de campo -mientras disfrutábamos de otros partidos de distintas categorías- nos preparamos para el que sería el segundo partido de la jornada que nos iba a enfrentar a los Newcastle Ravens, un rival a priori, sencillo según nuestras estimaciones que nos demostró que, en este tipo de campeonatos, no se regala nada. El partido frente al Newcastle tuvo para Titanes un doble efecto porque nuevamente empezamos a perder un partido que resultó aburrido en general: arrinconados, defendiendo muy próximos a la línea de ensayo y que terminaría poniendo a los ingleses dos ensayos por encima en el marcador. Tuvimos que sacar lo que los Titanes llevamos dentro -coraje, ganas de ganar y eso que conseguimos en nuestra competición nacional, creer en nosotros mismos-. Y así fue como se remontó un partido donde los rivales aprovecharon que no se descontaba el tiempo en las lesiones para lo que nosotros entendimos como una clara pérdida de tiempo, y pese a ello, Titanes se alzó con la victoria final de 17-12 que dio alas al equipo para terminar esperanzados la primera jornada.

El último partido se jugó a última hora de la tarde contra los escoceses Caledonian Thebans, el equipo que vio dar los primeros pasos a nuestro capitán. Este encuentro no solo fue simbólico para él sino que sirvió de una dosis extra de moral para Titanes y pronto conseguimos ir por delante en el marcador, destrozando a los escoceses con la salida del 8 en las melés y recordando en ciertas fases a ese equipo de Liga al que le salían las cosas, en ocasiones, sin pensarlas. Un partido cómodo, que no fácil. El resultado final 26-5, que nos clasificaría para las semifinales de la última jornada de la Union Cup.

Entre cansancio acumulado por el viaje y la primera jornada del campeonato discurrió el sábado, pero también entre risas, y ya fuera de la competición propiamente dicha, robos de mascotas, miradas cómplices, reencuentros con jugadores conocidos de otras competiciones internacionales en un ambiente distendido y, sobre todo, cerveza, mucha cerveza.

Hubo que esperar unas horas para conocer a nuestro rival en las semifinales: los Birmingham Bulls; un equipo netamente superior al de Titanes y al que tampoco le pusimos las cosas fáciles. El resultado fue menos abultado para los ingleses de lo esperado, pero unos cuantos ensayos en contra en la primera parte nos apearían de la competición y ante los que solo pudimos sacar fuerzas de flaqueza y tirar de orgullo para hacer un trabajado ensayo final a base de cabezazos de nuestros delanteros quedando el marcador finalmente en un 20-5.

Terminaba de esta forma el paso de Titanes por esta competición, quedándonos un sabor agridulce al no haber podido hacer más, pero con la satisfacción de haber quedado en un meritorio séptimo puesto en la clasificación final de este torneo.

Sin embargo, en este carrusel de sensaciones, nos quedaban los momentos de mayor sentimiento, y las lágrimas de todo el equipo y cuerpo técnico. Este último partido era, como todos sabíamos ya, el último partido de Oti y Dani como entrenadores, cerrando así un ciclo que ha llevado a Titanes de ser vapuleados a alcanzar un nivel óptimo de juego con un reconocimiento del resto de los equipos hacia nosotros; donde muchos rivales empezaron a tenernos el respeto de ese club que acaba de empezar su andadura pero que a base de esfuerzo va consiguiendo pequeños y modestos objetivos. La emotiva despedida surge del sentimiento de los jugadores, del reconocimiento hacia su trabajo y dedicación, del cariño surgido a través de estos últimos casi cuatro años, de agradecimiento por todo lo aprendido, por ayudarnos a conocer y amar el rugby, que en definitiva es lo que nos ha unido como una gran familia. Tras la entrega del balón firmado por los jugadores que participamos en esta competición, se les hizo, como no podía haber sido de otra forma, el pasillo a modo de despedida. Desde estas humildes letras solo puedo repetir aquello que en varias ocasiones se les ha dicho, en Titanes siempre tendrán su casa, y que en Titanes, una vez entras, ya eres Titán de por vida. Dani y Oti, ¡muchas gracias por todo, salud y rugby!

Solamente nos quedaba disfrutar de la fiesta de clausura de este campeonato que ha vuelto a hacer piña entre jugadores, y una vez más, volvimos a darlo todo, una vez más agradecidos por la organización de la UC, una vez más, cerveza, mucha cerveza.

En este punto final, agradecer todo el trabajo realizado a los chicos que han organizado este viaje a Dublín, sobre todo a los compañeros de Internacional que no han dejado ningún cabo suelto, a los que tanto aburrimos con miles de preguntas. Ben, Thomas y Colomo, ¡muchas gracias!

Volvimos a Madrid, con una sola cosa en la mente tras habernos divertido tanto el fin de semana, ¡¡nos vemos en Birmingham 2021!!

Esta crónica la ha redactado uno de los jugadores de que ha jugado la Unión Cup porque Madrid Titanes somos todos los que los que cada día lo formamos y lo disfrutamos y queremos que quepan todas las voces.