Por un orgullo más necesario que nunca

Este año el orgullo llega marcado por varios hechos: la Ley Trans está a punto de aprobarse y dotar, por fin, de plenos derechos para les persones trans*. Avanzar en la despatologización real y en la autodeterminación de género no es que sea necesario; se trata, sencillamente, de una obligación. Porque nadie puede decirnos quiénes somos. Parece mentira que algo tan sencillo cueste tanto de entender.

Estamos viendo, también, cómo la ultraderecha sigue intentando acabar con los derechos del colectivo LGTBI por toda Europa. Lo que está ocurriendo en Hungría, país miembro de la Unión Europea, resulta del todo increíble. Quieren silenciarnos, quieren marginalizarnos, pero no lo van a conseguir.

Tenemos que entender que los derechos civiles y sociales cuesta décadas conseguirlos y solo un pocos meses perderlos cuando la ultraderecha está en el poder; que todo empieza con gestos que parecen inocuos (como, por ejemplo, dejar de colgar la bandera arcoíris de la fachada del ayuntamiento) y que, poco a poco, van aprobando leyes injustas que acaban por socavar los derechos de todes aquelles persones que se apartan de su norma. Eso, querides todes, es la definición de fascimo.

orgullo lgtbi

Frente a este panorama, tenemos que estar alerta y mantenernos combatibles; porque ya tenemos aquí, en nuestro país, a un partido que quiere acabar con las leyes que protegen a las personas que pertenecen a nuestro colectivo. No daremos un paso atrás en nuestras reivindicaciones ni cederemos uno solo de nuestros derechos.