En esta sección, suelo contar la actualidad del Touch, sus características o las diferencias con el XV. Al final, cada uno que jugamos a una cosa u otra tenemos nuestra propia opinión, pero este mes hemos querido contar con la experiencia de un novato en ambos deportes. Por eso, esta vez Tino, nuestro “nuevo caramelito”, nos contará cuáles son las características de cada modalidad.
Hace tan solo unos meses, un compañero de trabajo me brindó la oportunidad de volver a pertenecer a un equipo entendido como una gran familia. Antes había jugado a otros deportes como fútbol y baloncesto, pero lo tuve que dejar cuando inicié mis estudios de arquitectura. Titanes me acogió sin tener idea del mundo del rugby, y desde el primer día de jornadas abiertas, volví a sentir ese sentimiento de equipo y competición que tanto añoraba desde que abandoné el baloncesto.
Desde el inicio, dudaba si jugar al XV, ya que aquello del placaje me imponía cierto respeto. De todas formas, me decidí a probar simultáneamente Touch como XV y ver dónde encajaba finalmente.
En este tiempo, he podido entrenar ambas modalidades de un deporte que me ha hecho disfrutar a partes iguales.
Aunque en Touch se deje el contacto de lado, no por ello deja de ser un deporte intenso. La velocidad y el movimiento constante lo hacen un deporte en el que apenas tienes tiempo de recuperar el aliento. Es difícil aguantar más de tres ataques y tres defensas seguidas al ritmo elevado necesario para lograr la victoria. Por ello, son necesarios los cambios, que deben ser constantes para mantener al equipo fresco y aprovechar así los cambios ilimitados. Esto lo hemos notado en partidos donde no teníamos jugadores suficientes y el cansancio nos ha pasado factura, provocando errores en defensa que nos han hecho perder el partido.
Seis jugadores en campo, con tres posiciones (Middle, Link y Ala), son suficientes para generar una variedad de jugadas cuyo fin es agotar físicamente a los jugadores y generar huecos o provocar fuera de juego, para iniciar la carrera y evitar ser alcanzados.
XV es un juego más explosivo, derroche de mucha energía en un instante; se avanza despacio, lento pero seguro. El contacto y placaje aseguran la posición del balón. Solo en ocasiones, la carrera de un solo jugador tras una buena actuación de ataque de los delanteros genera espacio y permite, tras un pase, avanzar una mayor cantidad de metros hacia la línea de ensayo. El cansancio viene dado no por estar en movimiento constantemente, sino por la sucesión de choques, placajes, melés y mauls a lo largo de los 80 minutos. Cada golpe significa que estás haciendo un buen trabajo para el equipo y logrando así la victoria.
Los XV jugadores en el campo se dividen en varias posiciones, cada una con un objetivo claro y que requiere condiciones físicas diversas.
Tras este breve análisis de un inexperto como yo, solo me queda decir que he disfrutado cada minuto del entrenamiento y de los partidos tanto de Touch como de XV.
¡Gracias, Titanes!
Ictino Díaz
Jugador de Madrid Titans
Desde otro punto de vista